Ciudad de México, a 24 de abril de 2020. Abrazos y no balazos, es un lema de la actual administración, nada más lejos de la realidad, pues haciendo gala de prepotencia y rencor, el gobierno se ha dedicado a desdeñar, atacar, insultar y desacreditar no sólo a quienes pensamos distinto, sino a todo aquello que, siendo un avance o progreso social, no pertenezca a su administración, señaló Wendy González, Presidenta del Consejo Consultivo de Cultura de Acción Nacional. Enfatizó que una constante del actual gobierno, previo a atacar presupuestalmente a un sector de la sociedad, es la desacreditación social, mediante acusaciones sin pruebas de ser corrupto, conservador, fifí o neoliberal. Las descalificaciones verbales son suficientes para echar andar la maquinaria política y aplastar a quien se considere adversario, lo cual se asemeja más un reinado despótico, que a una institución presidencial, exclamó la titular del Consejo Consultivo de Cultura. Esto es algo muy parecido a la reina del famoso cuento de Alicia en el país de las maravillas, donde una señora iracunda e insegura, en cualquier momento podía gritar y ordenar, “que le corten la cabeza”, sembrando el terror en propios y extraños, reflexionó la dirigente. En los últimos días y ante la pandemia del COVID-19, el gobierno decidió arreciar sus hostilidades hacia el sector cultural que ya ha sufrido recortes presupuestales. Estamos ante un terrible corte de cabeza hacia el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA), es lo que podemos traducir, del anuncio con violencia verbal que realizaron legisladores de Morena, al afirmar que, “nadie del sector cultural se estaba muriendo de hambre, ni es pobre”. Se trata de una embestida presupuestal y programática y con dicha declaración Morena acusa a la comunidad artística de tener altos estándares de vida, que no la hacen merecedora del empuje estatal para un desarrollo integral. Prácticamente estamos presenciando un terrible “corte de cabeza”, porque pasa por cerrar las puertas a un paquete legislativo necesario para la recuperación del sector cultural, con lo cual el partido en el poder, renuncia a su obligación constitucional de generar las condiciones socioeconómicas necesarias, para que toda persona pueda llevar una vida digna en el desempeño de una actividad lícita y de su libre elección, violentando el derecho humano al trabajo, al libre acceso y disfrute cultural. Una vez más vemos el afán ya enfermizo de violentar los derechos humanos y nuestra Constitución. El gobierno busca someter a la comunidad artística y sus ideas a la estructura gubernamental y para ello quiere incorporar al FONCA a la burocracia de la Secretaría de Cultura, lo cual constituye un atentado contra el libre ejercicio de las ideas y la cultura, declaró la panista. Es un ardid la aparente preocupación del gobierno por los más necesitados, si eso fuera cierto, en estos momentos de emergencia nacional, el gobierno debería renunciar a sus caprichosas obras faraónicas como son: El Tren Maya, Tres Bocas y Santa Lucía, para atender los problemas de la emergencia epidemiológica. Pero ni ante un hecho de pandemia global, muestra generosidad con los sectores más desprotegidos, ni con la comunidad artística. Estos tres proyectos privilegian el beneficio económico sobre el impacto ambiental, el patrimonio cultural y las leyes basadas en los usos y costumbres de las comunidades originarias, concluyó.